Después de las cinco semanas de esta experiencia de aprendizaje, me he dado cuenta de que, aunque España es un país que ha hecho un esfuerzo considerable para avanzar en materia de igualdad entre hombres y mujeres, queda un buen camino por recorrer y que para hacerlo, necesitamos el empuje de todos y todas. De hecho, he comprobado lo fácil que es realizar acciones que perjudican esa igualdad sin darnos cuenta.
¿Qué puedo hacer como empleada pública para contribuir a ese objetivo?
En primer lugar, no dar por hecho que las conquistas que se han conseguido en los últimos años son inamovibles. Ciertos sectores de la sociedad están involucionando en este aspecto y hay que recordar a los que consideran que reivindicar la igualdad no es necesario, que somos la mitad de la población y que debemos tener los mismos derechos, oportunidades y libertades.
En segundo lugar, contribuir a difundir la necesidad que tenemos de seguir poniendo en marcha políticas públicas que contribuyan a la igualdad.
Para eso, creo que deberíamos convertirnos en agentes de cambio, haciendo ver a los compañeros y compañeras que consideran que, por ejemplo, el lenguaje inclusivo es una tontería, que no lo es, que no utilizarlo disminuye y discrimina a las mujeres como seres humanos.
En tercer lugar, animar a los y las escépticas a que participen en cursos como este o experiencias parecidas para que adquieran conciencia de que la desigualdad sigue existiendo y que tenemos que seguir combatiéndola.
Gracias por el curso. Me ha aclarado conceptos, me ha abierto los ojos en muchos aspectos y además, ha sido muy ameno. Espero poder ser uno de esos agentes de cambio de aquí para el futuro.
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